Los relojes solares fueron los primeros instrumentos que creó la humanidad para medir el tiempo. Algo que hoy nos resulta tan fácil (conocemos la hora al ver el reloj de la muñeca o al tocar el móvil) era toda una proeza antaño. Egipcios, griegos, romanos, árabes y otras civilizaciones crearon y evolucionaron estos modelos de relojes sin los que no se entenderían en la actualidad los dispositivos analógicos y digitales.
Eso sí, pese a la sustitución por los aparatos modernos, los relojes de sol no han muerto, ni mucho menos. Hoy en día son esculturas de gran valor que siguen indicando el tiempo y al mismo tiempo ejercen funciones decorativas en jardines, fincas y casas de todos los rincones del mundo.
En España, gracias al buen clima, son especialmente solicitados a los maestros canteros. Expertos escultores como Rodrigo García Xiráldez los elaboran en cualquier momento del año con envío a domicilio en toda la península. Si quieres un ejemplar, puedes ponerte en contacto con él aquí.
Y mientras te decides, te presentamos los tipos de relojes solares principales que existen.
Reloj de sol vertical

El reloj de sol vertical es un dispositivo comúnmente encontrado en las fachadas de casas y edificios, tanto en el interior como en el exterior. Su diseño y funcionamiento son similares al del reloj de sol horizontal, pero con la diferencia de que el gnomon, el elemento que proyecta la sombra, se coloca de manera perpendicular a la superficie plana. En estos relojes, las horas de la mañana se sitúan a la izquierda, el mediodía solar a las 12:00 en el centro, y las horas de la tarde a la derecha. En el hemisferio sur, la disposición se invierte.
La precisión de un reloj de sol vertical depende de su correcta orientación y diseño. Cuando está bien calibrado, al marcar las 12:00 h nos indica la dirección del sur, permitiéndonos así identificar los otros puntos cardinales. Por esta razón, un reloj de sol vertical puede considerarse también una rosa de los vientos, ofreciendo una manera sencilla de orientación geográfica. Este tipo de reloj no solo es una herramienta útil para medir el tiempo, sino que también puede ser un elemento decorativo y educativo en la arquitectura urbana.
Además, investigaciones han demostrado que estos dispositivos, cuando están adecuadamente alineados con el eje terrestre y corregidos por la ecuación del tiempo, pueden proporcionar una medida exacta del tiempo solar verdadero. Según estudios publicados en la revista Applied Physics y Journal of Geophysical Research, la simplicidad y eficacia de los relojes de sol verticales los convierte en herramientas valiosas tanto para la ciencia como para la educación. No en vano, con ellos midieron el tiempo las antiguas civilizaciones humanas.
Reloj de sol horizontal
El reloj de sol horizontal es el tipo más básico y conocido de reloj de sol. Su funcionamiento se basa en la sombra que proyecta una vara o gnomon sobre una superficie plana. Este diseño es, en esencia, una proyección del reloj de sol ecuatorial en un plano horizontal. La simplicidad de su construcción y su capacidad para proporcionar una lectura precisa del tiempo solar lo convierten en una herramienta de gran valor histórico y práctico.
El gnomon de un reloj de sol horizontal debe estar inclinado con un ángulo igual a la latitud del lugar donde se encuentra. Esto asegura que la sombra se mueva de manera consistente con el movimiento aparente del sol en el cielo, permitiendo una medición precisa del tiempo a lo largo del día. La calibración y la correcta orientación del gnomon son cruciales para su precisión, y en ocasiones se pueden hacer ajustes para corregir la ecuación del tiempo, compensando las variaciones a lo largo del año.
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Además, un estudio publicado recientemente en la web especializada en ciencia Lyncean Education, ha investigado cómo la forma de la trayectoria solar en el cielo afecta el diseño de los relojes de sol horizontales. Estos estudios muestran que la curva de la sombra proyectada varía según la estación del año y la ubicación geográfica. En consecuencia, los relojes de sol deben ser ajustados cuidadosamente para mantener su precisión. Estos hallazgos son cruciales para la construcción de relojes de sol modernos y para la enseñanza de principios astronómicos y matemáticos.
Relojes de sol de jardín
Los relojes de sol de jardín, inventados inicialmente por las civilizaciones babilónica y egipcia, han evolucionado hasta llegar a nuestros días como una escultura de jardín imprescindible. Anaximandro, un filósofo griego, introdujo el concepto del reloj de sol en Grecia en el siglo VI a.C. tras estudiar astronomía en Babilonia. Los griegos perfeccionaron estos dispositivos, diseñando modelos portátiles como el pelekinon, que permitía ajustes estacionales para mantener la precisión temporal. Los romanos adoptaron y mejoraron estos diseños. Crearon relojes de sol decorativos y funcionales que se convirtieron en emblemas de la excelencia científica y cultural del Imperio, tal y como señala el estudio Sundials on the Quirinal: Astronomy and the Early Modern Garden.
Durante el Renacimiento y la Ilustración, en los jardines europeos, especialmente en Italia y Francia, se construyeron elaborados relojes de sol como símbolos de estatus y conocimiento científico. Los artesanos europeos crearon relojes de sol detallados. Para ello utilizaron materiales como marfil, plata y vidrio coloreado, elevando estos instrumentos a piezas de arte científico, tal y como indica el estudio de Oxford Academic titulado The Development of Sundials: fourteenth to twentieth centuries.
Hoy en día, estos relojes de jardín en piedra son elementos decorativos que triunfan tanto por su belleza como por su durabilidad. En este sentido, el granito suele ser el material elegido gracias a su robustez y resistencia al paso del tiempo. España y más concretamente Galicia albergan grandes canteras donde los escultores compran las losas para la elaboración del proyecto.
Reloj solar digital, el heredero que sobrevive para su uso inicial
El naturalista británico Charles Darwin dijo en su teoría de la evolución que el que sobrevive es “aquel que es más adaptable al cambio”. En el caso de los relojes solares ocurrió lo mismo. La versión que llegó hasta nuestros días con la utilidad de consulta horaria fue la portátil, y lógicamente se adaptó a los tiempos digitales.
Nos referimos al reloj solar de pulsera, un dispositivo digital multifuncional diseñado para actividades deportivas y al aire libre. Este tipo de reloj utiliza un panel solar para recargar su batería, aprovechando la luz solar para mantener su funcionamiento sin necesidad de reemplazar las pilas frecuentemente.
Como cualquier otro reloj actual, sirve para medir el tiempo con funciones adicionales como cronómetro, alarma, retroiluminación y resistencia al agua, ideal para deportes y uso diario. Se carga automáticamente al exponerlo a la luz solar. El panel solar integrado convierte la luz en energía eléctrica, almacenándola en la batería recargable del reloj. Su precio oscila entre los 23 euros de los modelos más baratos y los más de 200 de los más caros.
Otros relojes solares
La lista de tipos de relojes solares de piedra es amplia. A continuación hacemos una selección de los más conocidos entre los restantes:
- Reloj de sol portátil: los griegos y los romanos fueron sus principales valedores, convirtiéndolo en un éxito mundial. Más tarde, los árabes tomaron el relevo y los trajeron a España durante los tiempos de asentamiento en la península ibérica. Según explica xxx en su estudio xxxx, hasta el siglo XIX, momento en el que se inventó la telegrafía fueron muy populares en Europa. Pero después los relojes fueron más baratos que los relojes de sol portátiles y les sustituyeron.
- Reloj de sol antropomórfico: típicos de Portugal y de algunas zonas del norte de España. Su elemento característico es la cabeza humana que los corona. En otras ocasiones se incrustan directamente dentro de una estatua.
- Reloj de sol analemático: se crea sobre una superficie horizontal, las horas del día se distribuyen alrededor de una elipse.
- Reloj de sol ecuatorial: el plano de su esfera está alineado paralelamente al plano ecuatorial de la Tierra. El gnomon, que es la varilla que proyecta la sombra, está perpendicular al plano del dial y, por lo tanto, paralelo al eje de rotación de la Tierra. Esto significa que para cualquier lugar del mundo, el gnomon debe estar inclinado en un ángulo igual a la latitud del lugar donde se encuentra el reloj, según informa la web MySundial.
- Reloj de sol polar: su plano del dial está inclinado para que sea paralelo al eje de rotación de la Tierra. El gnomon, o varilla que proyecta la sombra, se encuentra alineado con el eje terrestre, permitiendo que las líneas horarias se dispongan en ángulos rectos con respecto al eje polar. Este diseño específico permite que la sombra del gnomon se mueva de forma lateral sobre la superficie del reloj, proporcionando una lectura precisa del tiempo solar en diversas estaciones del año.