El símbolo por excelencia de los peregrinos que ponen rumbo a Galicia es la concha del Camino de Santiago. Un objeto con un origen de leyenda y que se convirtió en un gran éxito de marketing a nivel europeo. Hoy en día se vende en todo tipo de formatos y es una pieza típica en la escultura en piedra. Te contamos su historia, cómo se elabora por un maestro cantero y cómo puedes comprar una versión de máxima calidad.
Breve historia de la mayor ruta de peregrinación del mundo
El evento clave que implica el nacimiento del Camino de Santiago es el descubrimiento de la tumba de Santiago el Mayor entre los años 820 y 830 por parte de un eremita. Para quienes no estén familiarizados con este término, un eremita es una persona que vive en un lugar solitario y que, desde el punto de vista religioso, dedica su vida a la oración y a la penitencia. El protagonista de esta historia se llama Paio (o Pelayo). Vivía donde hoy en día se ubica la iglesia de San Fiz de Solovio en la ciudad de Santiago de Compostela, y donde antaño se situaba el monte Libredón.
Un día, Paio fue atraído por unas luces que provenían de un lugar en las faldas del mencionado monte. Tras acercarse hasta la zona, redescubrió una necrópolis tardorromana y las tumbas del apóstol Santiago el Mayor y sus discípulos Teodoro y Atanasio. El obispo de la zona, Teodomiro, confirmó el hallazgo e, incluso, pidió que se le enterrase allí, algo que sucedió en el años 847.
Tal y como señala Antón Pombo en su libro Camino Inglés, el mausoleo apostólico tuvo una relevancia tal que el rey Alfonso II el Casto se trasladó inmediatamente desde Oviedo junto a su corte hasta el sepulcro. Una vez allí, ordenó construir una pequeña iglesia sobre la tumba y se creó
el locus Sancti Iacobi, o lo que es lo mismo, la certificación como lugar sagrado donde rendir homenaje a sus restos y, lo más importante, nació la primera ruta de peregrinación: el Camino Primitivo.
Posteriormente, el rey Alfonso III erigió una basílica más grande, predecesora de la catedral de Santiago de Compostela, y la ruta de peregrinación hacia Santiago se popularizó en toda Europa gracias a los esfuerzos conjuntos de la corona española, el papado y las órdenes monacales.
Eso sí, el sepulcro tuvo que ser sometido a una nueva verificación. En 1589, el arzobispo Sanclemente oculta los restos antes el riesgo de saqueo por parte de las tropas inglesas de Francis Drake desembarcadas en A Coruña. El paradero del sepulcro apostólico fue una incógnita durante años hasta que en 1879 se volvió a dar con él. El arzobispo Payá y Rico ordenó unas excavaciones en las que se volvieron a encontrar los restos y se confirmó su autenticidad. Solo un año más tarde la cripta fue reparada y de nuevo accesible a todo el mundo.
Símbolos del Camino
Estos son los principales síntomas de la ruta de peregrinación:
–Cruz de Santiago: es el símbolo de la Orden de los Caballeros de Santiago, una orden religiosa y militar nacida en 1170 que tenía por objetivo proteger a los peregrinos. Simula una espada con forma de flor de lis, tanto en la empuñadura como en los brazos.
–Botafumeiro: es un enorme incensario. Surgió en el siglo XI y se utilizaba en la catedral de Santiago para aromatizar el tempo ante la llegada de cientos de peregrinos sudorosos y con mal olor.
–Credencial: documento que acredita a una persona como peregrino. Se puede solicitar en la Oficina de Acogida al Peregrino o en otras entidades con permiso de la catedral de Santiago para su distribución.
–Compostela: documento que pone de manifiesto que el peregrino ha completado el camino de Santiago. Solo se consigue si se ha llegado a la capital de Galicia tras andar 100 kilómetros o recorrer 200 en bicicleta.
-Bordón o bastón: elemento que acompaña a los peregrinos desde el inicio del Camino. Es un bastón alto, que supera la altura del hombro de la persona.
–Calabaza: una calabaza de tipo lagenaria siceraria que se convirtió en una especie de botijo para beber agua y vino durante el Camino. En la actualidad suele ser un mero elemento decorativo, ya que los peregrinos utilizan cantimploras, termos o botellas.
–Flecha amarilla: pintada a brocha en fachadas, piedras, árboles, vallas y otros elementos paisajísticos, esta flecha fue creada en 1984 por Elías Valiña, un sacerdote de O Cebreiro, que guió a los peregrinos con ello por todo el Camino Francés. Hoy en día está presente en casi todos los itinerarios.
–Concha: es la concha de una vieira y es el símbolo más emblemático del Camino. Por ello, merece un apartado exclusivo. Conoce todos sus secretos a continuación.
Ver esta publicación en Instagram
Qué significa la concha del Camino de Santiago
La concha del Camino de Santiago es la de una vieira, un preciado molusco gallego, y tiene dos significados. Por un lado, es el símbolo de la peregrinación completada, un premio que ya en el siglo XII adquirían los peregrinos tras llegar con éxito a Santiago. Por otro lado, significa generosidad, una actitud que todo peregrino debe manifestar durante su vida.
Así lo explica la página de la Cidade da Cultura de Galicia, haciendo hincapié además en la longevidad de la concha como símbolo de la ruta jacobea: ya en los siglos XI y XII se popularizó entre los peregrinos. De hecho, el Códice Calixtino, manuscrito medieval de referencia y primera guía del Camino de Santiago, ya cita la concha como símbolo indispensable de la ruta.
Un caso de marketing exitoso y un origen difuso
Estamos seguros de que el concepto del marketing no estaba presente en las conversaciones diarias de los comerciantes de la Edad Media. Sin embargo, la adopción de la concha como emblema del Camino impulsó su producción como souvenir o signum peregrinorum (símbolo de peregrinación).
Tal y como señala el portal oficial del Camino de Santiago, la concha se erigió en el premio por completar la ruta y, en sus primeros tiempos, solo se podía vender en Santiago de Compostela. Esta inteligente maniobra desde el punto de vista empresarial se atribuye al arzobispo Diego Gelmírez y a su entorno más directo. Gelmírez fue el primer arzobispo de la actual capital de Galicia. Ejerció su cargo entre los años 1110 y 1140 y, además, impulsó la construcción de la catedral de Santiago de Compostela (1075-1211). La decisión de prohibir la venta de la concha del camino fuera de la ciudad fue un éxito total para el comercio local. De hecho, en la actualidad un barrio de Santiago se llama Os Concheiros, dado que se sitúa en la entrada del Camino Francés y en él se ubicó el gremio que comercializaba las preciadas conchas.
Se cree que esa prohibición de venta acotada a un solo lugar no duró demasiado, aumentando todavía más su relación con el Camino. Se convirtió en un elemento típico de la indumentaria de los peregrinos, junto con el bordón y la calabaza, permaneciendo intacto hasta nuestros días. ¿Pero fueron los mercaderes los impulsores de la necesidad de que los peregrinos comprasen una concha de vieira o hay otro origen?
En este sentido, existen diferentes mitos y leyendas, pero ninguna teoría aclaratoria. Por un lado, la explicación de su popularidad inicial que más ha trascendido tiene que ver con la utilidad práctica de la concha: los peregrinos utilizaban las conchas como vaso para beber de manantiales o coger agua de ríos.
En segunda instancia, la leyenda más aceptada a día de hoy es la del caballero de las conchas. Se trata de un caballero que estaba celebrando su boda en una playa presuntamente gallega. Durante uno de los rituales de la misma, que consistía en tirar una lanza hacia el cielo y cogerla antes de que tocase el suelo, el individuo se habría acercado al mar, donde vio una embarcación al borde del naufragio.
Una ola engulló al caballero y, cuando ya daba su vida por perdida, una fuerza sobrenatural le hizo salir a la superficie y, posteriormente, llegar a la orilla. Allí vio la barca donde los discípulos de Santiago custodiaban los restos del apóstol y su caballo, los cuales estaban cubiertos de conchas de vieira. El caballero se convirtió al cristianismo, su salvación se catalogó como un milagro y la concha de vieira quedaría para la posteridad como símbolo del Camino de Santiago.
Cómo se elabora en piedra
La concha de vieira ha llegado hasta nuestros días como el símbolo más importante del Camino. En la Edad Media, artesanos y maestros canteros gallegos vendían conchas de plomo, hueso, marfil y otros materiales. Sin embargo, la opción más duradera y con acabado espectacular es la piedra.
En este sentido, el maestro cantero Rodrigo G. Xiráldez está especializado en la elaboración de conchas del camino, dentro de su amplio repertorio de esculturas en piedra. La forma, el diseño y la ubicación de la concha (típica en fachadas y edificios de toda Galicia) varía en función del proyecto y del gusto del cliente. Esto no es un problema para Rodrigo, quien reproduce en piedra cualquier tipo de obra. Si quieres una concha del Camino de Santiago en piedra, sea cual sea tu idea, puedes ponerte en contacto con él aquí (la primera consulta es gratuita).
El proceso de elaboración de una concha del Camino consiste en cuatro pasos fundamentales. Estos se amplían o varían dependiendo del tipo de proyecto:
–Localización: la ubicación final de la concha es clave para su diseño. Una vez determinada, se procede a la realización de un boceto en papel en el que ya se tienen en cuenta sus medidas.
–Elaboración del diseño: se pueden utilizar dos vías. La primera consiste en modelar la concha en arcilla; la segunda, en elaborar plantillas a escala antes de tallar el diseño en la piedra.
–Tallado en piedra: se selecciona un bloque grande de piedra de máxima calidad, habitualmente granito de Galicia, se desbasta (quitando las partes sobrantes) y se talla el diseño combinando herramientas tradicionales de los maestros canteros con otras más actuales.
–Anclaje: en el caso de que la concha precise de ser ubicada en lugar verticale o sobre otra escultura, se le añaden los anclajes.
¿Estás interesado en una escultura personalizada o en alguno de los productos de PEDRA?
Comprar conchas del Camino de Santiago en piedra
La escultura en piedra es un arte delicado y complejo que requiere de la experiencia y de la destreza de maestros canteros de prestigio. La mejor opción es, por tanto, contratar los servicios de un escultor certificado por las instituciones de referencia del sector escultórico. En este sentido, Rodrigo G. Xiráldez, maestro cantero y director del taller de escultura PEDRA Stone Design Projects, es un escultor experto en la elaboración de conchas del Camino de Santiago. Su trabajo está certificado por Artesanía de Galicia y la Red Española de Maestros de la Construcción Tradicional.
Si quieres una concha u otra escultura en piedra puedes ponerte en contacto con él a través del teléfono 627 190 145 (llamadas o WhatsApp) o del correo electrónico [email protected]. La primera consulta es gratuita. Se dará un presupuesto para cada proyecto y el trato es personalizado, con actualizaciones constantes sobre el avance de la escultura.
No dudes en comprobar el grado de satisfacción de los clientes en las reseñas de Google.
Qué significa la concha del Camino de Santiago
[…] Concha del Camino de Santiago: origen y cómo comprar una […]
La flecha del Camino de Santiago: una escultura en piedra única
[…] Concha del Camino de Santiago: origen y cómo comprar una […]
Así se hace un reloj de sol de piedra, paso a paso
[…] Concha del Camino de Santiago: origen y cómo comprar una […]
Las esculturas del Camino de Santiago que se pueden comprar
[…] Concha del Camino de Santiago: origen y cómo comprar una […]