No todos los signos lapidarios de un monumento medieval tienen que ser firmas de canteros.
Te interesa leer: El secreto de las marcas de cantero y signos lapidarios
Al igual que las huellas que dejaron las civilizaciones megalíticas, gran parte de estos signos lapidarios son un misterio para nosotros que da lugar a todo tipo de teorías e interpretaciones:
Masonería, sociedades secretas, religiones prohibidas…
Alguna de estas marcas representan motivos religiosos o mágicos como las cruces, esvásticas, laberintos, pero sin duda la gran mayoría de estas marcas han tenido una función profesional o constructiva.
Indicaciones con respecto a la cantera, a la posición del bloque de piedra, trazado de líneas, identificativos de calidad y, mayoritariamente, firmas de autor.
Aquí podemos ver signos utilitarios o marcas de posición, que servían para indicar la colocación exacta del sillar en el muro:
Como si se tratara de grafitis, medievales los canteros cincelaron en sus trabajos figuras geométricas, letras o símbolos.
No tenían por qué firmar con sus nombres.
Simplemente algo que los representase e hiciera reconocible su trabajo entre los demás. Existen referencias en cuentas de construcción a pagos por obra o servicio, demostrando así que muchos canteros eran pagados conforme a incentivos.
Etiquetar su trabajo reducía la posibilidad de errores administrativos, ya que la construcción final era, casi siempre, el resultado del esfuerzo conjunto de una cuadrilla.
Estas marcas adquieren mayor importancia en la edad media, cuando el desenvolvimiento del Camino de Santiago propicia la creación de iglesias y monasterios en todo su recorrido. El gremio de los canteros reúne entonces una fuerte cohesión interna, cerrándose al exterior y manteniendo su saber en secreto.
Parte de esas claves y misterios se transmitían en sus signos lapidarios y en el uso del “ verbo xido o latín dos canteiros”, un idioma propio que les permitía comunicarse sin ser comprendidos por ninguna persona de fuera del gremio.
A la hora de diseñar estos signos las logias se valían en ciertas ocasiones de plantillas geométricas, basadas en cuadrados, en rombos y círculos, sobre las que dibujaban todos sus símbolos de sus masones.
Hoy en día estas marcas siguen vigentes entre los canteros a modo de firma y se emplean principalmente en escultura. En mi caso particular, mi marca de cantero forma parte del logo de mi taller artesano.
Si te decides a realizar el camino de Santiago o a visitar la Catedral te reto a que busques alguna de estas marcas.
¡Deja volar tu imaginación unos cientos de años!